La pérdida auditiva es una condición compleja con muchas causas diferentes que pueden afectar a personas de cualquier edad. Si estás buscando información sobre las “causas de la sordera”, probablemente quieras respuestas claras para ti o para alguien que te importa. Esta guía te dará esas respuestas. La pérdida auditiva no es igual para todos: puede ir desde tener dificultad para oír algunos sonidos hasta una sordera total. Usaremos un lenguaje respetuoso, hablando de “personas con pérdida auditiva” y reconociendo la identidad cultural de la comunidad Sorda.
Este artículo te ofrece una visión completa de por qué ocurre la pérdida auditiva. Veremos cómo funciona la audición, explicaremos las causas que pueden estar presentes desde el nacimiento, examinaremos las muchas cosas que pueden provocar la pérdida auditiva con el tiempo y discutiremos los pasos importantes a seguir si tienes preocupaciones. Nuestro objetivo es darte un recurso confiable y experto para ayudarte a entender este importante tema de salud.
Cómo Funciona la Audición

Para entender las causas de la pérdida auditiva, primero necesitas conocer lo básico sobre cómo funciona tu sistema auditivo. El proceso de la audición es un asombroso proceso de tres pasos que convierte las ondas sonoras en el aire en información significativa en tu cerebro. Una imagen sencilla del oído te ayuda a ver estas partes claramente.
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El Oído Externo: La parte del oído que puedes ver, llamada la oreja o pabellón auricular, funciona como una antena parabólica para captar las ondas sonoras que te rodean. Estas ondas se envían por el canal auditivo hasta el tímpano.
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El Oído Medio: Cuando las ondas sonoras llegan al tímpano, este vibra hacia adelante y hacia atrás. Estos movimientos se transmiten y amplifican gracias a tres huesecillos diminutos y conectados: el martillo, el yunque y el estribo. Esta energía se dirige luego hacia la entrada del oído interno. Piensa en esta parte como el amplificador del sistema.
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El Oído Interno: Las vibraciones entran en la cóclea, que tiene forma de caracol y está llena de líquido. Dentro de la cóclea hay miles de células sensoriales diminutas llamadas estereocilios. El líquido se mueve por las vibraciones, haciendo que estas células se doblen. Este movimiento convierte las vibraciones en señales eléctricas. El nervio auditivo lleva esas señales al cerebro, que las interpreta como sonido — ya sea habla, música o una sirena de alerta. El daño a cualquier parte de este delicado sistema puede causar pérdida auditiva.
Causas Congénitas de la Pérdida Auditiva
La pérdida auditiva congénita está presente al nacer o se desarrolla muy pronto después. Es una gran preocupación para las familias y entender sus causas es el primer paso para manejarla adecuadamente. Las causas están divididas casi por igual entre factores genéticos y no genéticos. Las pruebas auditivas para recién nacidos, que son estándar en la mayoría de los hospitales, son muy importantes para detectar problemas temprano y obtener ayuda rápida.
Factores Genéticos
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los factores genéticos causan más del 50 % de todos los casos de pérdida auditiva congénita. La genética de la audición es muy compleja, con cientos de genes diferentes involucrados.
- Pérdida Auditiva No Sindrómica: Esta es la forma más común, representando alrededor del 70 % de los casos genéticos. En esta situación, la pérdida auditiva ocurre por sí sola, sin otras problemas de salud. Una persona puede tener padres con audición perfecta que ambos portan un gen oculto para la pérdida auditiva.
- Pérdida Auditiva Sindrómica: En el 30 % restante de los casos genéticos, la pérdida auditiva es parte de un síndrome médico más amplio. Estos síndromes incluyen otros signos y síntomas. Ejemplos incluyen el síndrome de Usher, que también afecta la visión; el síndrome de Waardenburg, que puede afectar el color de piel, cabello y ojos; y el síndrome de Down, que a menudo incluye problemas auditivos.
Factores en el Embarazo y el Parto
La otra mitad de los casos congénitos ocurre por factores no genéticos que suceden durante el embarazo o alrededor del momento del nacimiento. El sistema auditivo en desarrollo es muy vulnerable en este periodo.
- Infecciones Durante el Embarazo: Algunas infecciones que contraen las madres pueden atravesar la placenta y dañar el sistema auditivo en desarrollo del bebé. La más común es el citomegalovirus (CMV). Otras incluyen la rubéola, toxoplasmosis y herpes.
- Parto Prematuro y Bajo Peso al Nacer: Los bebés nacidos muy temprano a menudo tienen órganos y sistemas que no están completamente desarrollados, incluyendo el sistema auditivo, lo que aumenta el riesgo de pérdida auditiva.
- Problemas en el Parto: Eventos que impidan que el recién nacido reciba suficiente oxígeno, llamados asfixia perinatal, pueden dañar el cerebro y las partes delicadas del oído interno.
- Ictericia Severa: Niveles muy altos de bilirrubina en un recién nacido pueden provocar daño cerebral llamado kernicterus, que es conocido por causar pérdida auditiva.
Causas de Pérdida Auditiva Adquirida
La pérdida auditiva adquirida es cualquier pérdida que se desarrolla después del nacimiento. Puede ocurrir en cualquier etapa de la vida, desde la infancia hasta la vejez, y tiene muchas causas diferentes. Este es el tipo más común de pérdida auditiva, abarcando una amplia gama de factores ambientales, médicos y relacionados con la edad.
Pérdida Auditiva Relacionada con la Edad
También llamada presbiacusia, la pérdida auditiva relacionada con la edad es un deterioro gradual de la audición que es una de las condiciones más comunes en adultos mayores. El Instituto Nacional sobre la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD) informa que aproximadamente una de cada tres personas en Estados Unidos entre 65 y 74 años tiene pérdida auditiva.
Este deterioro suele ocurrir debido a cambios acumulados en el oído interno y las vías nerviosas auditivas. A lo largo de la vida, las delicadas células pilosas en la cóclea pueden dañarse o morir y no se reemplazan. A menudo, el primer signo es dificultad para oír sonidos agudos, como las voces de mujeres y niños, o problemas para entender el habla en lugares ruidosos. Al ocurrir lentamente, muchas personas no lo notan hasta que es significativo.
Pérdida Auditiva por Ruido
La pérdida auditiva inducida por el ruido (NIHL) es la única causa mayor de pérdida auditiva que es casi totalmente prevenible. Ocurre por exposición a sonidos demasiado fuertes, que dañan los sensibles estereocilios en el oído interno. Este daño puede ser causado por:
- Un solo sonido muy fuerte: Una explosión, disparo o fuegos artificiales cerca del oído pueden causar daño inmediato y permanente.
- Exposición continua o repetida a sonidos fuertes con el tiempo: Esto es más común y silencioso. Trabajos como construcción, manufactura y agricultura, o actividades recreativas como conciertos, escuchar música con auriculares a volumen alto y usar herramientas eléctricas pueden contribuir a NIHL durante meses o años.
Los sonidos se miden en decibelios (dB). La exposición prolongada a ruidos de 85 dB o más puede causar pérdida auditiva gradual. Una conversación normal está alrededor de 60 dB. Una motocicleta produce aproximadamente 95 dB, y un concierto de rock puede llegar fácilmente a 115 dB o más, donde el daño puede ocurrir en menos de un minuto.
Enfermedades e Infecciones
Diversas enfermedades e infecciones pueden causar directa o indirectamente pérdida auditiva, que puede ser temporal o permanente.
- Infecciones Crónicas del Oído (Otitis Media): Líquido que permanece en el oído medio puede causar pérdida auditiva conductiva y, si no se trata por largo tiempo, a veces puede causar daño permanente.
- Otosclerosis: Esta condición produce crecimiento anormal del hueso en el oído medio, específicamente alrededor del estribo. Este crecimiento impide el movimiento adecuado del hueso y la transmisión del sonido al oído interno.
- Enfermedad de Ménière: Trastorno del oído interno que provoca episodios de vértigo, tinnitus (zumbido en el oído), sensación de presión o plenitud en el oído y pérdida auditiva fluctuante que puede volverse permanente con el tiempo.
- Infecciones Virales y Bacterianas: Infecciones graves como meningitis bacteriana y virus como sarampión o paperas pueden causar pérdida auditiva sensorioneural severa al dañar la cóclea o el nervio auditivo.
- Enfermedad Autoinmune del Oído Interno (AIED): En esta rara condición, el sistema inmunológico ataca por error las células del oído interno, causando una pérdida auditiva rápidamente progresiva.
Trauma Físico y Lesiones
Las lesiones físicas en la cabeza o el oído pueden provocar pérdida auditiva. Un golpe fuerte en la cabeza puede dañar los huesos temporales que contienen las estructuras del oído medio e interno o afectar las vías del nervio auditivo. Un golpe directo al oído o un cambio brusco de presión, como al volar o bucear, pueden perforar el tímpano, que generalmente se cura pero a veces puede causar problemas.
Medicamentos que Dañan la Audición
El término “ototóxico” significa tóxico para el oído. Varios medicamentos, aunque necesarios para tratar condiciones graves de salud, pueden tener el efecto secundario no deseado de dañar el oído interno, provocando pérdida auditiva, tinnitus o problemas de equilibrio. El daño puede ser temporal o permanente. Es muy importante discutir los riesgos y beneficios de estos medicamentos con un profesional de la salud.
| Clase de Medicamento | Ejemplos | Notas |
|---|---|---|
| Ciertos Antibióticos | Gentamicina, Tobramicina, Amikacina | Estos son antibióticos aminoglucósidos, frecuentemente usados por vía intravenosa para infecciones bacterianas graves. |
| Ciertos Medicamentos para el Cáncer | Cisplatino, Carboplatino | Los medicamentos de quimioterapia a base de platino son bien conocidos por su potencial para dañar la audición. |
| Diuréticos de Asa | Furosemida (Lasix), Bumetanida | Usados para tratar la hipertensión y la insuficiencia cardíaca; el daño auditivo es más común con dosis elevadas, especialmente cuando se administran por vía intravenosa. |

| Salicilatos en Dosis Altas | Aspirina | La pérdida auditiva y los acúfenos suelen estar asociados sólo con dosis muy altas y prolongadas, y a menudo son reversibles. |
La Interacción de Factores
Es un error común pensar que la pérdida auditiva proviene de una causa única y fácilmente identificable. En realidad, suele ser el resultado de una combinación compleja de múltiples factores. La composición genética única de cada persona, su estilo de vida y su historia médica se combinan para crear un perfil individual de riesgo. Este efecto acumulativo es un concepto importante para entender por qué y cómo la pérdida auditiva empeora.
Consideremos a una persona con antecedentes familiares conocidos de pérdida auditiva relacionada con la edad. Esto sugiere una predisposición genética. Si esa persona además trabaja durante años en una fábrica ruidosa sin protección auditiva constante, la exposición al ruido puede acelerar esa tendencia genética subyacente. Su pérdida auditiva puede comenzar a una edad más temprana y progresar más rápido que en alguien que solo tenga uno de estos factores de riesgo.
Este efecto combinado también se observa con medicamentos que dañan la audición. Un paciente que recibe un medicamento como cisplatino para tratamiento oncológico podría tener un mayor riesgo de pérdida auditiva severa si además tiene un problema auditivo preexistente o está expuesto al ruido fuerte simultáneamente. Comprender esta interacción es vital tanto para la prevención como para estrategias personalizadas de manejo. Muestra la importancia de una historia clínica completa al evaluar la pérdida auditiva.
Reconociendo las Señales
El camino para abordar la pérdida auditiva suele empezar no con un silencio repentino, sino con una serie de momentos sutiles y progresivos de dificultad. El cambio puede ser tan gradual que son amigos y familiares quienes lo notan primero. Entender estas señales iniciales es el primer paso para actuar.
Muchas personas notan primero un cambio no en ellas mismas, sino en sus interacciones. Una experiencia común en nuestras clínicas y grupos de apoyo es la sensación de quedarse fuera de las conversaciones. Puede que te encuentres pidiendo constantemente a otros que repitan lo que dicen o aumentando el volumen del televisor a niveles que incomodan a otros. Quizás empiezas a tener dificultades con las llamadas telefónicas o a confundir palabras, como escuchar “cincuenta” en lugar de “sesenta”. Las reuniones sociales, especialmente en restaurantes ruidosos, pueden volverse agotadoras y frustrantes.
Si estas experiencias te resultan familiares, es una señal clara para buscar una evaluación profesional. Aquí tienes un camino sencillo a seguir:
- Consulta a tu Médico de Atención Primaria: Comienza hablando de tus preocupaciones con tu médico de familia. Ellos pueden descartar causas simples y solucionables como el exceso de cerumen o una infección de oído y darte la referencia a un especialista.
- Acude a un Audiólogo: El audiólogo es un profesional de la salud especializado en diagnosticar, manejar y tratar trastornos auditivos y del equilibrio. Son los expertos principales para una evaluación completa.
- Realiza una Evaluación Auditiva: Este es un proceso indoloro y no invasivo. El audiólogo realizará una serie de pruebas, a menudo en una cabina insonorizada. La prueba principal, el audiograma, mide tu capacidad para oír sonidos en diferentes tonos y volúmenes. Los resultados delimitarán con precisión tu capacidad auditiva y determinarán el tipo, grado y patrón de cualquier pérdida auditiva.
Prevención y Manejo
Aunque no todas las causas de pérdida auditiva pueden prevenirse, algunas de las más comunes sí. Para la pérdida auditiva que ya está presente, existe una amplia gama de estrategias efectivas para mejorar la calidad de vida.
Protege tu Audición
Actuar con anticipación puede reducir significativamente tu riesgo de desarrollar pérdida auditiva inducida por ruido y otras formas prevenibles.
- Usa protección auditiva, como tapones o orejeras, cuando estés en un ambiente ruidoso.
- Baja el volumen de dispositivos personales y sigue la regla 60/60: escucha a no más del 60% del volumen máximo y por no más de 60 minutos seguidos.
- Toma “descansos auditivos” para dar un respiro a tus oídos del ruido continuo.
- Elige electrodomésticos y lugares de entretenimiento más silenciosos cuando sea posible.
Manejo de la Pérdida Auditiva
Un diagnóstico de pérdida auditiva no es un punto final; es el comienzo de un camino hacia una mejor audición y comunicación. Un audiólogo te ayudará a determinar la mejor opción según tus necesidades específicas.
- Audífonos: Los audífonos digitales modernos son dispositivos sofisticados que pueden programarse para amplificar las frecuencias específicas que tienes dificultad para escuchar.
- Implantes Cocleares: Para personas con pérdida auditiva sensorioneural severa a profunda, un implante coclear puede ser una opción. Es un dispositivo quirúrgico que salta la parte dañada del oído interno y estimula directamente el nervio auditivo.
- Dispositivos de Asistencia Auditiva (ALDs): Estos dispositivos ayudan en situaciones específicas, como amplificadores personales, sistemas para escuchar la televisión y dispositivos de alerta.
Conclusión
Las causas de la sordera y la pérdida auditiva son numerosas y variadas, provienen de la genética, enfermedades, ruido, edad y una combinación de estos factores. El sistema auditivo es complejo y su función puede alterarse en múltiples puntos. Si tienes alguna inquietud sobre tu audición o la de alguien a quien quieres, la acción más importante que puedes tomar es buscar una evaluación médica profesional. Entender la causa es el primer paso crucial hacia un manejo efectivo, la protección de tu audición restante y la continuación de una vida plena y conectada.