Deaf vs. Hard of Hearing: Understanding the Key Differences in Definition, Culture, and Usage

Personas sordas vs. personas hipoacúsicas: diferencias esenciales que moldean la identidad y la cultura

Introducción

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Las palabras sordos y personas hipoacúsicas hablan sobre la pérdida auditiva, pero significan cosas muy diferentes en cuanto a experiencias, identidad y cultura. Para hablar con respeto y claridad con las personas, necesitas saber que estos no son solo términos médicos que puedes intercambiar. La diferencia va mucho más allá de las pruebas auditivas: toca el corazón de quiénes son las personas y a qué cultura pertenecen. Esta guía te ayudará a entender las diferencias entre estos términos, empezando por las definiciones médicas que nos dan una base. Luego veremos las importantes diferencias culturales, especialmente por qué "Deaf" con D mayúscula importa tanto. Finalmente, te daremos consejos prácticos para usar un lenguaje que respete las preferencias de las personas y fomente una verdadera inclusión. Entender esto es el primer paso para una mejor comunicación con esta diversa comunidad.

La Base Clínica

Para entender las partes culturales y personales, primero necesitamos conocer lo básico de las pruebas auditivas. Desde un punto de vista médico, la pérdida auditiva ocurre en una escala, y los términos "personas hipoacúsicas" y "sordos" describen diferentes puntos en esa escala. Estas definiciones médicas nos ofrecen un marco necesario, aunque no es la imagen completa.

Definiendo a las personas hipoacúsicas

El término "personas hipoacúsicas" (a menudo abreviado como HoH) suele referirse a personas con pérdida auditiva que va de leve a severa. Las personas hipoacúsicas se comunican principalmente a través del lenguaje oral y a menudo usan el resto de su audición para ello. Su experiencia del sonido puede ser muy diferente. Algunas solo tienen dificultades en lugares ruidosos, mientras que otras pueden tener problemas para entender el habla sin audífonos. Por ello, muchas personas hipoacúsicas se benefician de tecnologías como audífonos, implantes cocleares u otros dispositivos auditivos que potencian su audición natural y les ayudan a comunicarse en el mundo oyente.

Definiendo 'sordo'

En su forma médica, con una letra minúscula, "sordo" es un término que se usa para describir una pérdida auditiva profunda. Esto significa que una persona tiene poca o ninguna audición funcional. Una persona que es médicamente sorda puede no ser capaz de oír los sonidos del habla ni siquiera con audífonos. Es importante entender que este término, cuando se escribe con una 's' minúscula, solo describe una condición física. No implica automáticamente una conexión cultural, un método de comunicación o una identidad personal específica. Simplemente describe desde un punto de vista médico cuánta pérdida auditiva tiene alguien.

Grados de pérdida auditiva

Para medir estas condiciones, los especialistas auditivos utilizan decibelios (dB) para medir el sonido más bajo que una persona puede escuchar. Según los estándares de organizaciones como la American Speech-Language-Hearing Association (ASHA), la pérdida auditiva se clasifica generalmente en varios niveles. Entender estos niveles te da una idea concreta de cómo puede ser cada experiencia en la vida real.

  • Pérdida auditiva leve (26-40 dB): Dificultad para oír el habla suave o conversaciones en lugares ruidosos.
  • Pérdida auditiva moderada (41-55 dB): Dificultad para entender conversaciones normales sin audífonos, especialmente a distancia.
  • Pérdida auditiva severa (71-90 dB): No puede oír la mayoría del habla normal. Puede escuchar sonidos fuertes como una aspiradora o una puerta cerrándose.
  • Pérdida auditiva profunda (91+ dB): No puede oír el habla y solo puede detectar sonidos muy fuertes, que pueden sentirse más como vibraciones.

Más allá del audiograma

La diferencia más importante y a menudo mal entendida tiene poco que ver con los decibelios. Es la diferencia entre "sordo" como condición médica y "Deaf" como identidad cultural. Mirar más allá de la prueba auditiva revela una comunidad rica, vibrante, con un lenguaje único, historia y una forma particular de ver el mundo. Esta es la idea de la cultura Deaf.

Comprendiendo la cultura Deaf

"Deaf" con D mayúscula se refiere a personas que se ven a sí mismas como miembros de la comunidad Deaf. Esto no es un diagnóstico médico, sino una identidad cultural y lingüística. La comunidad Deaf es una minoría lingüística, no un grupo de personas con discapacidad. Comparten un lenguaje común —como la American Sign Language (ASL) en Estados Unidos— junto con reglas sociales, tradiciones, formas de arte e historia en común. Para los miembros de esta comunidad, ser Deaf es motivo de orgullo y una parte fundamental de su identidad. No se ve como algo que falta o una condición que necesite ser "arreglada", sino como una forma única de experimentar el mundo.

Rol del lenguaje de señas

El lenguaje de señas es la base de la cultura Deaf. Lenguas como ASL no son simples gestos para el inglés hablado; son lenguas completas, con gramática compleja, estructura de oración, sutilezas y organización propias. El lenguaje de señas es cómo se transmite la cultura. Hace posibles desde las comunicaciones cotidianas y el vínculo social hasta la expresión artística profunda en poesía, teatro y narración. Para la comunidad Deaf, su lenguaje compartido es lo que los une y crea un sentido de pertenencia e identidad grupal, separado del mundo oyente.

Identidad antes que diagnóstico

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Desde dentro de la comunidad Deaf, la visión sobre la sordera cambia completamente. No es sobre lo que se pierde, sino sobre lo que se gana: un lenguaje único y una cultura rica. La gente a menudo expresa esta idea: "No nos vemos como personas con discapacidad; nos vemos como un grupo cultural y lingüístico. La 'discapacidad' solo existe cuando nos obligan a trabajar en un entorno que no acomoda nuestro lenguaje." Esta perspectiva que prioriza la identidad es poderosa. Cambia la conversación de un tratamiento médico a un reconocimiento cultural y derechos lingüísticos. Para muchos, el diagnóstico de sordera es un hecho simple, pero la identidad de ser Deaf es una parte elegida y celebrada de quiénes son.

Una comparación rápida

Para reunir estas ideas, ayuda ver los términos lado a lado. La siguiente tabla te da una referencia rápida para aclarar las diferencias clave entre "personas hipoacúsicas," "sordos" y "Deaf." Recuerda que estas son guías generales, y la identidad individual siempre es lo primero.

Característica Personas hipoacúsicas (HoH) sordos (minúscula s) Deaf (mayúscula D)
Significado principal Describe un grado de pérdida auditiva (de leve a severa). Adjetivo que describe un estado audiológico de pérdida auditiva profunda. Se refiere a una identidad cultural y lingüística.
Comunicación principal A menudo lenguaje hablado; puede usar audífonos/implantes cocleares. Varía; puede ser lenguaje oral, lenguaje de señas o ambos. Principalmente lenguaje de señas (p. ej., ASL).
Identidad cultural Generalmente se identifica con el mundo oyente. No implica por sí misma afiliación cultural. Se identifica fuertemente con la cultura, historia y comunidad Deaf.
Perspectiva sobre la pérdida auditiva Suele verse como una condición médica o discapacidad a manejar. Descripción objetiva de una condición física. Vista como parte central de la identidad, no un déficit.

Guía de lenguaje respetuoso

Con este entendimiento, ¿cómo lo usamos en nuestras interacciones diarias? Usar un lenguaje respetuoso es una forma poderosa de mostrar que ves a la persona, no solo su condición auditiva. Demuestra disposición para aprender y crea un ambiente más inclusivo.

La regla de oro

La regla más importante es dejar que la persona lleve la iniciativa. Usa el término que utilizan para describirse a sí mismos. La identidad es personal y nadie tiene derecho a etiquetar a otra persona. Si no estás seguro, escucha las palabras que usan. Si necesitas preguntar por una razón práctica, hazlo con respeto. Una pregunta simple y no intrusiva como, "Quiero asegurarme de que podamos comunicarnos bien. ¿Cómo prefieres describir tus necesidades de audición o comunicación?" suele ser bien recibida. El objetivo no es categorizarlos, sino entender cómo interactuar mejor.

Términos a evitar

El lenguaje cambia, y términos que antes eran comunes ahora se consideran obsoletos y ofensivos. Es importante entender no solo qué evitar, sino por qué.

  • Evita: "Hearing-impaired" (personas con discapacidad auditiva). Este término es muy rechazado dentro de la comunidad porque enmarca la sordera como algo que falta o un estado roto ("impaired"). Es una etiqueta externa que enfatiza una visión negativa y centrada en la enfermedad en lugar de un rasgo neutral o una identidad cultural.
  • Evita: "Deaf-mute" o "Deaf and dumb" (sordo mudo o sordo e incapaz de hablar). Son términos antiguos, altamente ofensivos y totalmente inexactos. Las personas Deaf tienen un lenguaje completo (lenguaje de señas) y no son para nada "mud@s". La palabra "dumb" históricamente significaba "incapaz de hablar" pero ha pasado a significar "falto de inteligencia", haciendo que la frase sea doblemente insultante.
  • Usar con precaución: "Personas con pérdida auditiva." Aunque el lenguaje centrado en la persona ("persona con...") suele ser el estándar para referirse a discapacidades, la comunidad Sorda a menudo prefiere un lenguaje centrado en la identidad ("persona Sorda"). Esto se debe a que consideran "Sordo" como una identidad positiva, de la misma manera que se dice "persona francesa", no "persona con la nacionalidad francesa". Para quienes tienen discapacidad auditiva o se quedaron sordos en la edad adulta y no se identifican con la cultura Sorda, puede ser preferible decir "persona con pérdida auditiva". Nuevamente, siga la preferencia de cada persona.
  • Escenarios del mundo real

    Manejar diferentes situaciones requiere conciencia situacional.

    • En un entorno profesional: Al escribir para un público general o cuando no se conocen identidades específicas, el término generalizado "personas sordas y con discapacidad auditiva" suele ser una opción segura e inclusiva.
    • Al conocer a alguien nuevo: Preste atención a cómo se refiere a sí misma esa persona. Si necesita mencionar su capacidad auditiva por una razón práctica (por ejemplo, "quiero asegurarme de que pueda verme claramente"), sea directo, respetuoso y enfóquese en el objetivo de una comunicación clara.
    • En el ámbito de la salud: Términos médicos como "pérdida auditiva profunda" pueden ser necesarios para registros médicos. Sin embargo, en la conversación con el paciente, siempre es mejor reflejar los términos que la persona usa para sí misma. Reconocer su identidad propia ("veo que usted se identifica como Sordo") genera confianza y conexión.

    Fomentando la inclusión

    El lenguaje respetuoso abre la puerta a una inclusión más amplia. El verdadero apoyo implica crear entornos accesibles y entender que la comunicación es una calle de doble sentido. No es solo responsabilidad de la persona sorda o con discapacidad auditiva adaptarse.

    Espectro de comunicación

    No existe una única forma en que las personas sordas y con discapacidad auditiva se comunican. Aunque el ASL y el lenguaje oral son comunes, la variedad es amplia. Algunas personas son expertas en la lectura labial (más correctamente llamada lectura facial, ya que incluye leer expresiones faciales y contexto, no solo los labios). Otras usan el Habla Guiada (Cued Speech), un sistema de señales manuales cerca de la boca que hace visible el lenguaje hablado. Muchas combinan varios métodos, incluyendo escribir o teclear en un teléfono. La clave es ser flexible y encontrar lo que funciona para esa interacción específica.

    El papel de la tecnología de asistencia

    La tecnología desempeña un papel importante en salvar las barreras de comunicación para muchas personas. Esto va más allá de los audífonos y los implantes cocleares (IC), que son elecciones personales y no se usan universalmente, especialmente dentro de la comunidad culturalmente Sorda. Otras tecnologías clave incluyen:

    • Servicio de retransmisión de video (VRS): Permite que las personas Sordas hagan llamadas telefónicas a través de un intérprete de lengua de señas vía video.
    • Transcripción en tiempo real (CART): Un servicio donde un estenógrafo escribe lo que se dice, y el texto aparece en tiempo real en una pantalla.
    • Sistemas de alerta visual: Dispositivos que usan luces intermitentes para avisar de un timbre, una alarma de incendio o un teléfono que suena.

    Mejorando la comunicación

    Las personas oyentes pueden tomar pasos simples para que la comunicación sea más efectiva y menos agotadora para todos.

    • Mire a la persona directamente y mantenga contacto visual. Mantenga la boca visible y evite cubrirla.
    • Hable claramente y a un ritmo normal y natural. Gritar distorsiona el habla y puede resultar incómodo.
    • Si no le entienden, intente reformular la frase en lugar de repetir las mismas palabras.
    • Use gestos, expresiones faciales o esté dispuesto a escribir cuando sea necesario.
    • En un grupo, hable de uno en uno.
    • Si es posible, reduzca el ruido ambiente moviéndose a un lugar más tranquilo.

    Conclusión: La identidad es clave

    El camino desde comprender las definiciones médicas de la pérdida auditiva hasta apreciar la identidad cultural de la comunidad Sorda es significativo. Las diferencias entre sordo, Sordo y persona con discapacidad auditiva no son tecnicismos; se basan fundamentalmente en respetar la autoidentificación y la experiencia personal. Estos términos no son solo palabras, sino reflejos de cómo las personas se ven a sí mismas y su lugar en el mundo. La acción más respetuosa y efectiva es abandonar suposiciones y escuchar. Al usar los términos y métodos de comunicación que prefieren las personas, se va más allá de la mera tolerancia y se entra en un ámbito de entendimiento genuino e inclusión. Este simple acto de respeto es la base de toda comunicación significativa.

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